Un habitante más de la Sierra de Gádor, la collalba negra. El cielo azul y la ausencia de viento es buena señal para colocar el hide. Se hizo esperar pero al final apareció, aunque algo lejos para hacer un primer plano.El día avanzaba y empezaba a nublarse, hasta el punto que hubo que correr antes de que cayeran los primeros copos de nieve. Esta paseriforme de pico puntiagudo y alargado que destaca por su plumaje negro y el blanco de la cola, se le observa sobre algún risco o en algún posadero.
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