Desde mi punto de vita, el águila perdicera es una de las rapaces más bonitas de la Península Ibérica. En la Sierra de Gádor encuentra uno de sus hábitats importantes, aunque en regresión por la presión que ejercen los habitantes de las grandes poblaciones como Roquetas de Mar, Vícar, El Ejido o Adra. Es un espectáculo su observación en vuelo en busca de alimento, mostrando en todo su esplendor el color blanco de su cuerpo que contrasta con el oscuro en la parte inferior de las alas. Ave silenciosa de unos 70 centímetros, de color pardo oscuro y mancha blanca en la espalda mientras que la parte inferior de color blanco presenta pintas alargadas de color oscuro.
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