viernes, 13 de julio de 2012

Autillo

Miedo a las aves rapaces nocturnas desde la antigüedad, y eso que el autillo se encuentra a gusto con el ser humano. El más pequeño de los búhos permanece inactivo durante el día; pero, con la llegada de la noche, en la oscuridad es el terror de los insectos, pajarillos e incluso pequeños roedores. El autillo es fácil de confundir con el tronco de un árbol o la rama seca de un arbusto gracias a su denso plumaje pardo grisáceo.  De figura alargada, tiene la cabeza pequeña, el pico ganchudo y unas llamativas "orejas". Su llegada a tierras almerienses desde el Norte de África se produce todos los años en abril, para nidificar en un agujero de un árbol, en un hueco de un muro y hasta en nidos abandonados de otras aves.


No hay comentarios:

Publicar un comentario