Los que amamos la naturaleza queremos transmitir a las generaciones futuras lo bueno que es querer a los seres vivos diferentes a las personas. Esta fotografía de la pareja de carraca en su posadero va dedicada a los alumnos y alumnas del colegio Miguel Servet de Balerma.
sábado, 26 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
Triguero
Se acerca un pájaro con las patas amarillentas colgando. Se para en un posadero desde el que emite un característico "tic". Es el triguero que desde primeras horas de la mañana inunda el campo con sus sonidos. Aunque de pequeño tamaño, el más grande de los escribanos tiene el pico amarillo, corto, rechoncho y poderoso para coger el grano con el que se alimenta en los terrenos de cultivo y herbazales.
domingo, 13 de mayo de 2012
Picapinos
Esta fotografía realizada en la provincia de Málaga fue posible gracias a Mariscal. La tarde fue intensa, ocultados por una red de camuflaje debajo de un almendro. Instalados en el lugar el picapinos acudió a alimentar a sus polluelos. El dorso es de color negro con grandes manchas blancas, destacando el color rojo debajo de la cola. El picapinos venía una y otra vez con las presas en el pico, se agarra al tronco e inmediatamente el polluelo saca la cabeza y pico a pico le pasa el alimento. El adulto emite un "quic" bastante sonoro para que salten; y será cuestión de horas, posiblemnte una vez que abandonamos el lugar.
jueves, 3 de mayo de 2012
Sisón
El sisón es un ave muy difícil de observar, y más aún de fotografiar, que frecuenta los campos de cereal. En los pasos migratorios se observó en las salinas de Guardias Viejas o Cabo de Gata. Es un macho de sisón con plumaje nupcial, destacando el color blanco y negro del cuello. Es madrugador, y así a las 6.30 horas, muy cerca del hide se oía a diversos intervalos su característico "pret", pero no se dejaba ver; hasta que con los primeros rayos de sol, y a más de 50 metros se apreciaba el blanco de sus plumas realizando los primeros saltos hacia delante para atraer a las hembras. Era maravilloso y espectacular lo que contemplaban mis ojos, pero lejano para hacer fotos. Terminó de saltar hacia las 9 horas, y se vino hacia el hide, a 8 metros, ¡muy cerca! La toma se tenía que hacer en vertical o cambiar de óptica, con el riesgo que conlleva de salir corriendo. Coloqué la cámara en vertical y me dispuse a disfrutar del momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)